Una de mis necesidades era ser capaz de encontrar un espacio de creación fuera de los espacios habituales que no tienen los requisitos necesarios para poder experimentar libremente con materiales y así poder generar un discurso de interés mucho más amplio del que se puede generar en la habitación de tu casa.

La idea principal para el proyecto que desarrollé durante mi estancia era estudiar los límites de la calma en la tormenta. A través de la iconografía del ángel de la guarda, quiero generar un diálogo entre el humano guardado y el ángel guardador, “inventando” así la figura del ángel como un personaje para poder hablar de las narrativas del yo. Las piezas que resultaron de la residencia servían para dotar de tridimensionalidad a esta figura inventada, y se crean con un solo propósito que únicamente tiene sentido junto al personaje.

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Elena Perelló (España) estuvo realizando su residencia en Omnívoros, y Pottery Gym durante marzo-abril de 2022