Madelin Wilian
EL CUERPO COMÚN
El ser humano individual obtiene experiencia
como un Saturno adolescente
estresado como el litio
inquieto e inadaptado
buscando y encontrando
colecciona oro y mierda para distinguirse.
El ser humano orientado a la comunidad
madura lentamente
como una fruta nueva para trabajar y co-crear.
Estoy embarazada de una nueva energía:
un cuerpo común
con trillones de ojos y soles
vivirá por ti y por mi luz,
polvo de alas y sal de la India
una criatura que al romper su caparazón
descansará en sí misma
como metal precioso, gas noble, oro y helio
un zen atómicamente equilibrado,
una estación Satórica para el amor común.
MADELIN WILIAN
Involucradas en cuestionamientos y planteos investigativos similares, las cuatro artistas residentes actuales -sin saberlo de antemano-, se encuentran, se comunican y comparten ese tiempo “raro” de un junio por demás caluroso en Madrid.
Madelin Wilian (DR) llega en tren desde Dinamarca preguntándose hace tiempo sobre las comunidades ¿Qué significan para ella? ¿Qué significan para nosotros? Revalida la vigencia de los oficios, en pintura y grabado se deja ser permeable a la influencia de una ciudad que no le es ajena, pero tampoco propia.
Confluyen de modo imprevisto, producciones de cuatro artistas que, desde diferentes paradigmas, logran entrelazar el pulso de una ciudad cosmopolita que –con sus propias cavilaciones– también entreteje inquietudes compartidas.
Madelin Wilian (Dinamarca) ha estado durante los meses de mayo y junio haciendo la residencia en La Lavandería y Fosforita